Un clásico con más de un siglo de historia
Dentro de la moda, existen zapatos que fueron creados para un fin pero que, por cientos de razones, trascienden su propio tiempo. Algunas piezas icónicas ahora sólo son un recuerdo, aunque en su tiempo hayan sido una tendencia poderosa. En cambio, existen aquellos que tuvieron un origen modesto, o casi imperceptible, pero con el tiempo se han convertido en notables símbolos culturales. Los zapatos Mary Jane pertenecen a esta categoría.

¿Quién no ha visto y usado un par de ellos? Prácticamente ninguna mujer. El origen de los zapatos Mary Jane se remonta a los zapatos escolares de principios del siglo XX: una silueta sencilla con tira en el empeine que aseguraba el pie, generalmente fabricado en charol. Lo que empezó como un zapato infantil pronto se transformó en una pieza femenina gracias a su comodidad, versatilidad y aire inocente.

Posteriormente, en los años 20 y 30, fue el calzado preferido de las mujeres que bailaban jazz y charleston. Así evolucionó hasta los años 60, cuando figuras como Twiggy lo convirtieron en ícono juvenil; más tarde, en los años 90, Chloë Sevigny lo llevó a la pasarela alternativa; y en los 2000, apareció en series y películas que marcaron la época.

Hoy en día, el zapato Mary Jane ha tomado distintas alturas y formas de tacón, así como materiales, texturas y decorados. Sin duda alguna, será un zapato que jamás se irá pues, ya sea con mayor o menor fuerza durante las temporadas, siempre está presente.

El Mary Jane en las pasarelas
Las grandes casas de moda han integrado en diversas colecciones este tipo de zapato, siempre con una nueva reinterpretación.
● Chanel lo transformó en un zapato de tweed elegante y atemporal.

● Miu Miu le dio un toque divertido, con plataformas exageradas, hebillas grandes y mezclas de texturas, al igual que Bottega Venetta.

● Prada lo llevó a diversas versiones de coloridas pieles y charoles, con un toque retro y tacones arquitectónicos.
● Dior, bajo la dirección de Maria Grazia Chiuri, los reinventó en piezas que son un viaje por el arte.
● Gucci añadió su impresionante hebilla ecuestre, sin importar la altura de tacón.
Rodeados de ejemplos de estilo, reconfirmamos que hoy, en 2025, el Mary Jane está en las colecciones de grandes casas de moda y boutiques porque responde a lo que la mujer actual busca: comodidad y estilo que no caduca; además, suma estructura, por ser un icono inconfundible; sujeción, por su clásica correa –u hoy en día varias de ellas— y elegancia, dada su atemporalidad. De alguna manera, el zapato Mary Jane siempre ha estado de moda, con un aire vintage que se renueva en cada temporada.
Versace, Emilia Wickstead y Sandy Liang
Los zapatos Mary Jane, sin duda son tendencia eterna. Puedes leer nuestro blog Moda Eterna: Zapatos Mary Jane.
El Mary Jane en películas y cultura pop
El cine y la televisión también han formado parte de las ventanas culturales que han reforzado la presencia de los zapatos Mary Jane para su florecimiento como iconos.
● Clueless (1995): Alicia Silverstone los llevaba con faldas colegiales y calcetas altas, símbolo de los 90, donde también se reforzaba la estética preppy moderna, para dar un aire colegial y sofisticado.

● Sex and the City: Sarah Jessica Parker los lucía en charol, con un aire sofisticado que marcó tendencia. Nadie olvida aquel momento donde la protagonista, en su visita a Vogue, los define como un mito urbano. Sin duda, un modelo exótico, deseado y venerado.

● Wednesday Addams: los zapatos negros de Mary Jane se volvieron parte de su identidad cultural, hoy reinterpretada en la nueva serie protagonizada por Jenna Ortega.

En todas estas apariciones, el Mary Jane transmitía lo mismo: un equilibrio entre inocencia y sofisticación, unido a la elegancia atemporal del recuerdo de una pieza llena de estilo eterno.
Mary Jane 2025: actualidad sin edad
La razón de su vigencia es clara: el Mary Jane se adapta a cada generación.
● Para las jóvenes, es un símbolo de feminidad.
● Para las mujeres profesionales, es práctico y elegante.
● Para las mujeres maduras, es atemporal y confiable.
Y para cualquier edad, es también un viaje en el tiempo y un twist de estilo: desde su origen asociado a las mejores memorias de la infancia, hasta su recorrido estético, consta de una esencia universal: verse bien y sentirse cómodas sin esfuerzo, con una forma sencilla e inigualable.
Mary Jane en Regina Romero: reinterpretaciones actuales
En Regina Romero, este clásico no podía faltar. Lo reinterpretamos con precisión italiana y manufactura experta en México, además de charoles hermosos y piel genuina. Nuestras reinvenciones van no sólo desde la forma clásica, sino que cada modelo lleva la esencia Mary Jane, pero con un estilo distinto, sumando detalles, correas o texturas únicas.
modelo Mary Jane
Brenta: Aire retro con líneas limpias y hebilla fina; un Mary Jane que celebra la elegancia clásica con un guiño moderno.
Mati: Comodidad absoluta con tacón bajo y ancho; ideal para acompañar la rutina diaria sin renunciar al estilo femenino.
Alessia: Doble pulsera ajustada y charol sutil; un Mary Jane refinado que equilibra delicadeza y carácter en cada paso.
Violet: Contemporáneo y audaz, de textura; un Mary Jane que aporta fuerza y feminidad sin perder sofisticación.
Viviana: Romance en clave moderna con plataforma y tacón ancho; la pulsera en “T” estiliza el empeine con elegancia.
Emilia: Silueta estilizada con escote asimétrico y pulsera delgada; proyecta una elegancia discreta y contemporánea en charol impecable.
Lola: Versión actual del Mary Jane con diseño versátil y estructura ligera; acompaña distintos estilos con elegancia práctica y comodidad real.
No importa la versión, todas mantienen lo que hace grande al Mary Jane: elegancia práctica que nunca pasa de moda, con una dulzura atemporal que encanta a todas.
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Referencias:
https://www.vogue.mx/moda/articulo/zapatos-mary-jane-historia