por Mishiko García
Abrir las puertas de nuestro guardarropa es destapar una serie de revelaciones sobre nosotras mismas, nuestros gustos y nuestras decisiones. Es también, en el mejor sentido, una especie de caja de Pandora. Ahí dentro se guardan nuestras elecciones, nuestros favoritos, las prendas que no usamos, las que nunca supimos por qué compramos, las que sólo usamos una vez, etc.
Y en medio de este océano de colores, texturas y cortes, a veces surge la frase más terrible al momento de vestirse: «No tengo nada qué ponerme». Si te sientes identificada, es probable que en tu guardarropa tengas piezas que no funcionan para ti, ni te ayudan a crear esos deseados looks eternos que ves en las revistas y en la realeza, pero que además derrochan elegancia.
Piensa en esa prenda que compraste porque te cautivó de inmediato, pero que no has vuelto a usar y encuentras bastante difícil para combinar; ya sea por su textura, porque ya no luce en tendencia, por sus materiales, etc. Son estas prendas de un solo uso las que pueden estropear nuestro clóset si las tenemos en abundancia. No es un error sucumbir ante una pieza muy especial, sino que, sencillamente, debemos cuidar esta frecuencia.
Existe una sentencia llamada «El principio de Pareto». A esta máxima también se le conoce como la regla 80/20 y funciona en diversos aspectos de la vida cotidiana. Sostiene que en muchos casos, el 80% de los efectos proviene del 20% de las causas. Formulada por el economista italiano Vilfredo Pareto a inicios del siglo XX, puede aplicarse a diversas áreas de conocimiento como la gestión empresarial, el marketing, la productividad y, desde luego, en la moda.
modelo Venus
Pero, ¿qué es una pieza atemporal? Cuando hablamos de piezas de esta clase, sobre todo en moda, nos referimos a todas aquellas que responden a las tendencias del momento y, por lo tanto, no son perecederas. Estas prendas o zapatos perduran en el tiempo y nos permiten crear atuendos impolutos para cualquier ocasión, sin importar qué esté de moda en el momento que nos vestimos con ellos ya que, como mencionamos anteriormente, estas piezas no envejecen ni caducan.
Olivia Palermo es un gran ejemplo de elegancia y balance en 80/20
Ahora bien, estas piezas no sólo son eternas por sus líneas o elegancia, sino también por su calidad y versatilidad. Suelen ser prendas o zapatos muy duraderos y cuidadosamente seleccionados. De esta manera, todos los componentes de un armario de este estilo pueden usarse a lo largo de los años y combinarse con prendas de tendencia o piezas muy únicas —en menor medida, como lo indica la regla del 80/20— para crear atuendos muy diferentes.
El estilo a la francesa se caracteriza por su atemporalidad
Entre sus múltiples ventajas y una de las razones más poderosas de que los consumidores comiencen a girar su mirada hacia lo atemporal, más allá de la energía potencial que aguarda en un armario de esta clase, lleno de posibilidades para crear cientos de looks, existe también la fortaleza de que muchas de estas prendas y zapatos son creados de una forma más consciente y respetuosa con el medio ambiente. La moda atemporal, sobre todo en los últimos años, es una evidencia que fusiona el estilo con el consumo ético.
Podría parecer irónico —e inclusive contradictorio— hablar de moda y escapar de las tendencias. En la creación de un armario majestuoso, esto genera muchas opiniones divididas. No podemos desechar las tendencias por una sencilla razón: obedecen al momento histórico. Vivimos con ellas, pues nuestra sociedad se encuentra en constante cambio y estos eventos tornadizos nos acompañan en el día a día, además de ser captados por los diseñadores para la creación de sus colecciones.
No obstante, hay una clave irrefutable para cumplir la regla del 80/20 y crear un armario de esta clase: hay que huir de lo efímero, refugiarse en lo que permanece. En este caso, hablamos de los clásicos. Los clásicos jamás pasan de moda. Cada vez que compramos una prenda, nos enfrentamos a una decisión que debe tomarse con cuidado y detenimiento para no construir una caja de Pandora en nuestro armario. Las prendas atemporales han sido dictadas desde hace muchos años y se renuevan y adaptan constantemente.
Saray Martín, ilustradora de moda, escritora y fiel seguidora de este estilo
Para tener un buen armario con sus prendas clave, no podemos absorber todas las tendencias que vamos viendo. Esa es una especie de autosabotaje, además de que impide saber qué va realmente con nosotras mismas.
Nuestro calzado es una serie de piezas no vacías que cumplen con la característica de ser moda hecha para durar, por su diseño y calidad. Reinterpretar las tendencias de tal modo que se puedan relacionar con la esencia de nuestra marca. Por ejemplo, un tono deslumbrante, como el color plata, puede pensarse como difícil para cumplir con las reglas de la atemporalidad, pero este se adapta e incorpora a diseños que sobrevivirán el paso del tiempo. Así, serán una especie de estrella en tu armario: hechos para destacar, pero también para durar.
modelo Bass
Una de las preguntas más difíciles de responder —y también de las más formuladas— para todos aquellos que apenas se integran a la moda o que la aprecian de lejos es, ¿cómo funcionan las tendencias? Y a esta pregunta se suma, ¿cómo es que se predicen? Es fundamental saber que no se trata de ninguna visión o conocimiento de una especie de más allá de la moda.
Pasarela Zimmermann SS24
Un cazatendencias es un profesional que sigue una metodología de identificación y análisis, que extrae información útil y relevante para innovar y conceptualizar las tendencias, para así lanzar productos y monitorear la evolución de las tendencias aplicadas. Pero, ¿quiénes dictan estas tendencias? La respuesta es simple: nosotros, los consumidores. Existen agencias internacionales dedicadas a la realización de profundos estudios sobre los gustos, comportamientos, conductas y formas de consumo de la población; todo esto visto desde diferentes ángulos, tales como el político, social, económico, tecnológico, cultural y artístico.
Tendencias mundiales 2024
Son muchas las sentencias que hablan sobre este tema. Por ejemplo, a Yves Saint Laurent se le atribuye la frase «Las tendencias desaparecen, pero el estilo es eterno». Con el paso de los años hemos descubierto que las tendencias cumplen un ciclo de vida muy similar al de los humanos: nacen, crecen, se reproducen —o masifican, para ser más precisos— y, finalmente, mueren.
La moda es un resultado de una secuencia de eventos surgidos de la clasificación de las tendencias: de las megatendencias pasamos a las macrotendencias; de ahí a las microtendencias y, por último, llegamos a ella. Así como su nombre, se definen por su tamaño.
Pronóstico de colores PV24 por la agencia de tendencias WGSN
La microtendencia coquette se ha visto reflejada en múltiples productos y espacios. Tal es el caso de nuestro modelo Lulú
Por otro lado, las microtendencias tienen una duración y una escala mucho más reducidas y se producen dentro de una comunidad, industria o mercado mucho más específicos. Generalmente se impulsan por cambios en preferencias y comportamientos de los consumidores.
La princesa Diana es un ejemplo de tendencia que se convirtió en estilo, pues su guardarropa, al día de hoy, sigue siendo una inspiración.
Por último, está la moda. Para entenderlo, debemos tener claro que una tendencia se crea cuando la novedad es adoptada por un grupo de consumidores y estos generan influencia en los otros; pues los demás empiezan a tener la sensación de que deben adoptar la tendencia y la estandarizan. Así, la tendencia deviene en moda, se conoce por todos y goza de excelente reputación y constante búsqueda durante tiempos cortos. Casi como un efecto cáustico, la tendencia morirá cuando deje de ser novedosa y se ubique en todas partes. En este punto, veremos si la tendencia se transformará en un clásico o habrá sido un evento pasajero.
«La moda cambia, el estilo permanece». Antes que Yves Saint Laurent, Coco Chanel emitió esta consigna para dejar claro que las tendencias son, en su mayoría, pasajeras; y es más bien el estilo lo que no se sujeta a esta lógica. La autenticidad supera las barreras del tiempo, permanece y destaca.
La moda clásica, la que se ubica en el terreno de lo sempiterno, tiene sus raíces en la elegancia, la buena calidad y la simplicidad. En los últimos años, la extravagancia ha tomado fuerza como una forma de buscar una identidad personal en un mundo donde todo se parece y todas las líneas que dibujan nuestras distintas personalidades se diluyen. Aunque responde a una manera de reafirmarse en el mundo, esta excentricidad camina hacia su fin por la nostalgia que caracteriza el sentir de los últimos años.
Kate Middleton, ejemplo de moda clásica y versatilidad
Pasarela Versace
Si tomamos en cuenta lo anterior, cuando hablamos de este universo sempiterno; es decir, que habiendo tenido principio, no tendrá fin, nos referimos a todas aquellas tendencias que han sobrevivido al tiempo y, me atrevo a decir, incluso a sí mismas. Han sabido impregnarse en la definición de estilo, en el alma de la moda y en las nociones de buen gusto. Pero para permanecer, también hay que renovarse. Estas prendas y calzado no se extinguen porque evolucionan y se suman a la lista de básicos para crear looks poderosos.
Nuestro modelo Mitty es un claro ejemplo de adaptación de los clásicos a las tendencias actuales
En los últimos años hemos observado líneas y cortes que aparecen constantemente en casi todas las colecciones de moda, pues han sido adoptadas con entusiasmo por la mayoría de la población. Estas son:
- Las prendas oversized
Son cortes relajados, juveniles y seguros. La modernidad privilegia la comodidad. La limpieza y amplitud de estas prendas permite crear outfits de impacto.
- Pantalones cortos con blazer
Thom Browne, diseñador estadounidense, rescató del olvido a todos aquellos trajes y chaquetas que no hacían más que cubrirse de polvo, pero dio un twist: el traje moderno ahora va con pantalones cortos.
- Suelas combat y tenis chunky
La velocidad de la vida moderna también imprimió una sólida búsqueda de comodidad en el calzado. Pero esta comodidad debía ser impactante, versátil y vanguardista.
modelo Judy Sport
- Pantalones flared
El volumen en las prendas marcó un camino hacia la libertad. Las prendas sumamente ajustadas han pasado a la historia.
- Prendas para exteriores
La creciente hostilidad y los cambios abruptos del entorno han hecho que las personas busquen materiales de mayor resistencia y adaptabilidad. Tejidos, prendas deportivas, rellenos, cuellos altos… todo para sobrevivir en capas.
- Knitwear
El tejido de punto ha invadido todas las prendas, para dar calidez, confort y practicidad.
- Comodidad sin género
La búsqueda por la igualdad y el reconocimiento de las mujeres en ambientes que antes pertenecían a los hombres, ha hecho que busquemos prendas atemporales que se adapten a cualquier género. Este minimalismo nos libera de etiquetas y divisiones. Nos relaja.
modelo Elizabeth
Y los clásicos de nuestra primera lista, por supuesto, se adaptan a ellas. Pensemos en un ejemplo casi evidente: un blazer oversized. Estas prendas caben perfectamente en el guardarropa real que estamos construyendo. Curiosamente, este clóset del que hablamos, el armario cápsula era una tendencia que, al igual que el principio de Pareto, surgió en el siglo XX y ahora ha permanecido. Es un armario que muchos buscan construir por los preceptos que rigen nuestro nuevo estilo de vida: calidad, conservación del ambiente, nostalgia por el pasado y durabilidad. Pero de este guardarropa hablaremos más adelante.
modelo Thalia
Ahora sí, hablemos de los clóset cápsula. Esta denominación surgió durante el siglo XX y se popularizó gracias a la colección debut de Donna Karan. A partir de ese momento, no ha hecho más que adquirir fuerza y permanencia. Esto se debe a que es una forma muy práctica y estética de poder construir looks diarios y comunicar nuestra identidad.
En la colección mencionada de Donna Karan, «Seven Easy Pieces», se presentaron siete piezas femeninas que cubrían las necesidades de vestuario. Al día de hoy, esto nos resuena por su relación con el consumo responsable, la elegancia y la sostenibilidad.
Es momento de seleccionar nuestras piezas clave. Recuerda que debe ser una serie de prendas básicas de buena calidad que puedan conformar por sí mismas un armario completo. La clave está en conseguir una gran cantidad de looks con estas prendas y zapatos.
Pero, ¿cuántas debo tener? y, aún más importante, ¿cuáles son? Como decíamos anteriormente, las listas más rigurosas siempre integran una camisa y una camiseta blancas, un buen par de jeans, un pequeño vestido negro, una gabardina y todas aquellas prendas que se asocian con el estilo clásico. Este estilo, dentro de todos los existentes, es el que se nutre por los básicos. Si deseas conocer más acerca de los diversos estilos que podemos encontrar en todas las personas, puedes leer nuestro blog «Estilo es esencia».
Ejemplos de estilo tradicional
Respondiendo a la otra pregunta pendiente, ¿cuántas prendas debo tener?, te podemos decir que no hay un número exacto. Donna Karan, en su colección debut, apostó por siete. Lo ideal es oscilar entre 30 y 40 piezas. Saray Martín, en su libro «El método del armario cápsula», refuerza el contar con un número que va entre 33 y 40, incluyendo zapatos y complementos, pero excluyendo la ropa interior y de usos más específicos, como la deportiva.
Estas prendas se adaptarán a las temporadas y muchas sobrevivirán a los cambios de estación. Por ejemplo, los jeans pueden usarse en verano y en invierno, mientras que una falda corta se inclinará por el verano. Pero si pensamos esta falda corta con mallas y botas altas, también podrá usarse en la temporada otoñal. La podemos acompañar con un abrigo para un invierno frío. El punto es hacer diversas combinaciones que se complementen y eleven entre sí. Por ello, los colores básicos, las prendas lisas y las líneas simples, son nuestros mejores aliados en la creación de este clóset de reina.
Estas son las prendas y zapatos que toda mujer debe tener en su guardarropa. Recuerda, puedes ajustar conforme a tu gusto y estilo, así como sumar prendas de tendencias que te asegures de volver a usar. Apóyate de la regla del 80/20. El 80% serán prendas atemporales y el 20%, tus gustos más personales y tendencias.
Ya hemos hablado de ellos. Esta es la prenda básica y versátil por excelencia. Un buen par de ellos es esencial en cualquier armario femenino, ya que pueden ser usados para diferentes ocasiones, desde un día casual, hasta una noche de fiesta, o combinarse con un blazer para la oficina. Cuida que sean de corte clásico, como rectos o un corte pitillo, que sean cómodos, de un color uniforme y que no tengan destrucción, conocida casualmente como pantalones rotos.
Blusas básicas
Una —o quizá varias— camisetas clásicas, son fundamentales para crear diversos looks casuales. De igual manera, busca comodidad en este básico, optando por telas suaves y de buena calidad, como lino y algodón. Asegúrate también de que el corte de tus blusas favorezca tu tipo de cuerpo y busca colores neutros, como blanco, beige, gris o negro.
Las camisas blancas son prendas atemporales de máxima versatilidad.
La petite robe noire
El pequeño vestido negro es una prenda básica que también podrás usar en cientos de ocasiones y te salvará de muchos apuros. Puedes llevarlo a reuniones de trabajo, cenas elegantes o salidas nocturnas. De igual manera, busca un corte favorecedor y que tu vestido esté confeccionado con materiales de alta calidad para combinarlo cientos de veces y lograr infinidad de looks gracias a diversos accesorios.
El vestido floral
Zapatillas clásicas y sandalias
Las zapatillas clásicas funcionan de una manera muy similar al pequeño vestido negro. Busca comodidad y elegancia. Aquí puedes jugar un poco, pues es posible elegir colores neutros como el beige, blanco, palo de rosa, etc.; pero también puedes añadir toques impactantes, como unas zapatillas rojas o con alguna textura interesante.
Modelo Regina Pump 75
Las sandalias ofrecen mayor juego y versatilidad, además de que serán tus mejores amigas en los días calurosos. Busca desde sandalias tipo flat hasta las elevadas con un buen tacón, pues ambas serán factibles de combinar con tus vestidos y jeans.
modelo Miami
Abrigo
Si eliges bien, quizá uno o dos abrigos te basten para sobrevivir todos los inviernos. Recuerda también tener tu gabardina para los días lluviosos o en los que quieres cubrirte sin generar tanto calor. Las capas serán clave para obtener combinaciones grandiosas. En ambas prendas busca un corte largo y elegante.
Botas
Este es el verdadero básico de las temporadas frías. Funcionan con jeans, con faldas, con vestidos… un buen par de botas altas siempre es necesario.
modelo MitzyTenis
En una era que privilegia la comodidad, un buen par de tenis será tu calzado para resistir la vida ajetreada de la modernidad. Con las últimas tendencias, puedes combinarlos hasta con tu ropa de oficina para un outfit balanceado entre lo casual y lo formal. Eso sí, deben estar siempre impecables.
modelo María
Blazer
Este es tu seguro para sumar elegancia y formalidad. Selecciona un hermoso corte favorecedor a tu silueta y lo suficientemente elegante para adaptarse a tu vestido negro, tus jeans con camiseta, etc. Sobra decir que es preferible en colores neutros.
Traje sastre
Un buen traje puede usarse para elevar al máximo la formalidad, pero lo mejor es usarlo por separado. Aquí puedes tener tu blazer, que podrás combinar con jeans y vestidos; pero también un pantalón de corte formal, que será perfecto con una blusa básica y un buen par de zapatillas. ¡Habrá muchas ocasiones donde este look te salvará!
Bolso de mano
Aunque no lo creas, no necesitas tantas bolsas. Tu bolso básico de la oficina puede ser también tu bolso de salidas y del día a día. Desde luego, para fiestas necesitarás un pequeño clutch muy especial. Aprovecha la versatilidad de tu armario: beige o negro serán los colores perfectos para un bolso básico, pero elige algo vistoso para tu bolso de fiestas, pues será el complemento perfecto de tu pequeño vestido negro.
modelo Ella
Accesorios
Los accesorios pueden ser las verdaderas joyas de la corona. Imagina un vestido negro, el clásico petite robe noire que todas tenemos en nuestro armario. Ahora integra un buen juego de joyería para complementarlo. Seguramente lucirá muy distinto.
Estos elevadores de look pueden ir desde lo más clásico, como aretes pequeños y anillos sutiles, hasta joyería chunky que complemente el minimalismo y elegancia de tus looks. Incluso puedes pensar en un buen par de gafas de sol para complementar.
A esto podemos sumar también el calzado. Ahora imagina un outfit totalmente blanco con unas zapatillas y bolso que contrasten. Impactante, ¿no es así? Te aseguro que puedes cambiar las prendas por un jumpsuit negro, una camisa blanca con unos buenos jeans, un vestido clásico, etc. ¿Lo ves? Las posibilidades del calzado también son infinitas.
Como expertos en la materia, nos atrevemos a decir que una buena colección de zapatos cambiará todo tu guardarropa. Cualquier atuendo cambia completamente con los zapatos. Son tan contundentes que lo pueden elevar o arruinar. Elige tus favoritos, balanceando entre los clásicos y aquellos de tendencias que más te gusten. Esas serán las estrellas de tu armario. Con su cambio constante y combinaciones adecuadas con las prendas de tu clóset, podrás crear looks que vayan desde lo formal hasta lo casual.
modelo Greta
En conclusión, podemos decir que la mejor inversión que puedes hacer por ti misma es en un guardarropa de alta calidad y elegancia. Recuerda que no sólo debe ser práctico y bello, sino que también debe resaltar la identidad de cada mujer; ese garbo y porte real que lleva en sí misma.
Un armario equilibrado explotará al máximo tu belleza y siempre te hará sentir cómoda y segura. Si construyes bajo la regla del 80/20, tendrás prendas únicas que te harán resaltar cuando lo desees —todas aquellas que se acercan más a tus tendencias favoritas, pero elegidas con sumo cuidado — y las prendas eternas que te brindarán una elegancia llena de fulgor.
No olvides que en Regina Romero tenemos muchos modelos que pueden ser la piedra angular de un guardarropa majestuoso. Podrás encontrar todas aquellas piezas que complementen tu estilo, que se adapten a tu gusto y que puedas usar cientos de veces por su atemporalidad, además de algunos modelos que seguramente serán los astros de tu guardarropa.
modelo Tamara
Referencias
https://www.vogue.es/moda/articulos/armario-capsula-perfecto-prendas
https://fashionandillustration.com/como-analizar-las-tendencias-de-moda/?v=5ea34fa833a1
https://www.vogue.mx/moda/tendencias/articulos/basicos-en-el-closet-de-una-mujer/14259
https://www.esic.edu/rethink/management/cazatendencias-manera-reconocer-quien-no-cazatendencias
https://www.vogue.es/moda/modapedia/disenadores/thom-browne/494
https://www.vanitatis.elconfidencial.com/estilo/moda/2020-04-23/lefties-nueva-coleccion-quien-es-saray-luis-martin_2562555/
Rosa María
Me encantan sus estilos y selección de zapatos, siempre de muy buen gusto, felicidades.
05/13/24