por Mishiko García
Tal vez reconozcan mi nombre por algunas entradas de este blog; y tal vez no. Quizá ni siquiera lo han visto. No obstante, hace tiempo ya que he hablado a la distancia para todas ustedes y he recibido sus palabras en cada una de estas entradas. Sé también que algunas de ustedes me conocen personalmente y se han acercado a RR a través de estos textos, pero han quedado cautivadas con los modelos. ¡Y con justa razón! Hoy, en este punto de encuentro entre nosotras, quiero contarles mi historia con Regina Romero.
modelo Venecia
Cuando nuestros pasos van en la dirección correcta, cuando son verdaderamente dictados por nuestra esencia y los deseos más profundos de nuestro ser, llegamos a donde realmente pertenecemos. La primera vez que supe de esta marca, me encontraba precisamente así, caminando sobre Avenida Pte. Masaryk. Solía visitar mucho esa zona, pero no me había percatado de aquella boutique que habitaba la esquina de Alexandre Dumas y la famosa avenida.
Pasaje Masaryk, punto muy cercano a donde se ubicaba la antigua boutique.
En aquella ocasión, decidí no entrar. Fue una decisión de un segundo, y de la que tal vez ahora me arrepiento. Me imagino que aún no había definido mi estilo y no sabía si eso era para mí. No obstante, las piezas captaron mi atención de inmediato; y casi como un destello, sin razón, surgió en mí una especie de promesa: «algún día tendré un par de estos zapatos». Y después, en alguna época, más adelante, era como si Regina Romero hubiera desaparecido por completo. No supe nada de aquella boutique por mucho tiempo.
A la derecha, un modelo Regina Romero vintage
Como sucede con tantas memorias, y sobre todo cuando eres joven, el tiempo, aunque se percibe con mayor parsimonia, es mucho más volátil y diluye casi todo. Las promesas hechas y los horizontes cambian, o se olvidan. Es parte de un viaje de autoconocimiento. Rápidamente le perdí la pista a Regina Romero, aunque jamás olvidé del todo su nombre. Siempre me ha parecido un nombre muy eufónico, difícil de olvidar. Era inusual encontrarse un nombre de mujer mexicana vistiendo los muros de una de las principales avenidas de Polanco.
Catálogo RR Polanco
A los diecinueve años, aún joven, puedo decir que mucho de mi carácter ya se había forjado. Pronto descubrí que quería dedicar mi vida a sublimar la belleza. Es una idea peculiar. Si pienso en las implicaciones de sublimar en un sentido filosófico, me lleva a enaltecer, ensalzar, elevar a un grado superior; y en cuanto a la física, sublimar es el paso del estado sólido al gas, sin liquidez, sin diluirse. Ambas, para mí, tienen que ver con lo etéreo.
Y entonces, esta belleza etérea, demanda ser conservada y cultivada desde lo físico hasta el alma. En cuanto al alma, no hay mayor belleza que nutrirla con lo que su esencia clama. Y, entre algunas otras pasiones, la escritura ha sido para mí un punto de encuentro y elevación. Regina Romero, por su parte, me ha permitido desarrollarme en este campo. También me ha enseñado a vivir con elegancia, en cuanto a lo que me envuelve, pero también en sus ideales: perseguir los sueños, vivir con independencia y con autenticidad.
modelo Mimi
En cuanto a lo físico, que tal vez sea la parte más difícil de explicar, y que para algunos podría parecer hasta irónico, mis ideas y el acento de este camino me han ayudado a huir de la frivolidad. No busco una belleza que sólo remita a rasgos que sean considerados estéticos dentro de un estándar, sino la belleza propia: exaltarla, cuidarla… siempre, al vestirme, pienso que jamás volveremos a lucir como hoy y que cada día es un nuevo momento para encontrarse. Es una completa manifestación del ser.
modelo Mitty
Tocando otro de los ejes centrales de mi vida, también pienso que mientras no nos movemos, y en diversos momentos de nuestra vida, nos encontramos sentados en medio de una habitación rodeada de puertas. Todas estas puertas representan diversas posibilidades. Al momento de elegir una, descartamos las demás. No sé en qué momento, tras una de estas puertas, se dibujó nuevamente el nombre de Regina Romero. Y, como un evento fortuito, que hoy clasifico como una serendipia, apareció nuevamente.
modelo Gaia
Tampoco recuerdo el momento exacto en que eso ocurrió. Si posamos nuestra mirada en el espejo ante el pasado, los grandes eventos resultan de una cadena de las más pequeñas trivialidades. Cuando compré mi primer modelo de Regina Romero, lo hice por un anuncio que vi en la web. Me enfrenté a muchas de las dudas que tienen ustedes: ¿me quedarán?, ¿llegarán a tiempo?... Pero sobre todo, ¿es la misma marca que vi hace años en esa caminata?
modelo Amy
Después de recibir mi primer par, un modelo mary jane llamado Amy, todas mis dudas quedaron resueltas tras una grata experiencia de compra. Calzar Regina Romero es un deleite, por lo que pronto tendría más pares. Al día de hoy, mi colección consta de 69 modelos de esta gran marca. Y mi propia madre es ya una gran admiradora.
¿Mi modelo favorito? Las zapatillas Tamara. Me parecen preciosas, de altura perfecta, elegante y cómoda; combinables y siempre están disponibles en muchísimos colores durante las diversas temporadas.
modelo Tamara
Volverse una incondicional de esta marca es casi natural una vez que la conoces. El cuidado con el que se diseñan las colecciones y el profundo trabajo que conlleva cada una de ellas se puede ver a través de cada par. Ahora, es prácticamente imposible que calce otra marca de zapatos.
modelo Mitty
Y es que su impacto cautiva, captura de inmediato. No exagero cuando les digo que todos los que miran los zapatos y dicen ¡wow!; me preguntan qué marca son, dónde los compré, etc. Muchos de mis zapatos han generado conversaciones ligeras con extraños; lluvias de elogios de unos cuantos minutos por el impacto que provocan ante las miradas.
modelo Astra
Por ello, y por tantas cosas más, Regina Romero lleva 40 años siendo una pionera del calzado femenino de alto diseño en México. No me sorprende, y al mismo tiempo me causa un asombro que no cabe en mí misma. La permanencia no es una cualidad de estos tiempos de liquidez. En mi propia vida, ni siquiera he recorrido aún el camino de esta gran marca, pero puedo decir que soy una de las personas en las que su huella ha sido más profunda.
Transcurrieron más meses y llegaron más pares hasta que llegó un evento que trastornó el flujo del mundo y cuyos vestigios se resienten hasta nuestros días. La desolación que trajo la pandemia, debo decir, que a mí me trajo fortuna en medio del caos. Después de unos pares más, en los vacíos de tiempo, contemplaba otro de mis primeros modelos, la plataforma 1980 y pensé, al estar tan cautivada, que tal vez Regina Romero tendría mucho más para mí.
Mis plataformas 1980 fueron un amuleto. Las usé en la entrevista final con la marca
En noviembre de 2020, precisamente un día 12, decidí contactar a la marca. Muchas veces perdemos oportunidades por no creer que al pedir se nos puede dar. Me presenté ante ellos para ofrecer mi trabajo como diseñadora gráfica y, como un gran golpe de suerte, recibí una respuesta pronta. Finalmente, a inicios de diciembre, ya formaba parte del equipo Regina Romero. En esta empresa he mejorado a nivel personal y profesional día con día, desarrollándome profundamente hasta conseguir el puesto de jefa de redacción.
Aunque es evidente, no sobra decir que estoy agradecida con todo el equipo de Regina Romero, pero especialmente con Sabrina Herrera, cuya confianza en mí ha sido un fuerte impulso para crecer profesionalmente; y su carácter, su filosofía, su avidez por aprender y su inteligencia, una inspiración y el fundamento de una profunda admiración.
modelo Zia
En este camino —que espero sea mucho más largo de lo que llevo recorrido—, he aprendido muchísimas cosas sobre el mundo de la moda. Regina Romero me ha forjado una mirada distinta, entendiendo la moda desde los valores de la Señora Regina, con pasión y compromiso, hasta el complejo proceso de la creación de las colecciones, así como su reflejo e impacto en la sociedad de la que hablan. Esta marca, indudablemente, abre la perspectiva de cualquiera que la vista, pero más aún de los que tenemos el privilegio de colaborar con ella.
modelo Lulu
Y, desde luego, Regina Romero me ha dejado aprendizajes de las obras que crea. Soy una fiel creyente de que un guardarropa debe construirse con piezas versátiles, atemporales y de gran calidad. Cuando contemplo mi colección, pienso que son zapatos que podré seguir usando en, al menos, diez años. A lo largo del tiempo, y sobre todo de mi tiempo en esta empresa, he visto cómo los zapatos son el complemento perfecto para crear distintas combinaciones y cultivar la versatilidad en la propia belleza. Nada mejor que perfeccionar el propio encanto y expresar nuestra esencia en todo lo que hacemos y decimos, pero también dejarla clara en nuestra imagen, a través de lo que calzamos y vestimos.
modelo Mati
Cada palabra que llega a ustedes está escrita desde estos valores. Hoy, 12 de mayo, que también cumplo 31 años, tengo el privilegio y el placer de escribir una parte de mi historia para ustedes. Ese es mi mayor valor y mi gran regalo.
¡Mil gracias y nos vemos pronto!
Agradecimientos especiales a:
Sabrina Herrera
Jorge Romero
Luis Vargas
Fernanda Jiménez
Fotografía: Xavier Massimi
Adriana
Sé que tu mami esta orgullosa de muchas cosas en su vida, pero nada se compara con la bendición de tenerte a ti, ser parte y testigo de tu crecimiento en todos los aspectos de tu vida. Mil felicitaciones a ambas.
05/13/24