En México, la familia es primero. Mantener una buena relación con nuestros padres, hermanos, hijos, abuelos, etc., es vital para preservar un sustento y un vínculo con nuestros antepasados. Mi familia siempre se ha caracterizado por soñar en conjunto, tener metas y objetivos similares, y apoyarnos mutuamente. De este apoyo, cariño y empatía fue donde nació Regina Romero, una empresa en la que la familia es primero. 

Para mi mamá, Regina Calzada de Romero, mantener una estrecha relación y comunicación con nuestras clientas, nuestras amigas, era el motor de su día a día. Todos los días ella se levantaba y acudía a la boutique que se encontraba en Presidente Masaryk para interactuar de forma personal, con todas las personas que entraban por esa puerta. Escuchaba sus sugerencias, quejas y, sobre todo, sus necesidades.

Mi padre, Carlos Romero Huxley (QEPD), fue un hombre entregado a su oficio, quien revisaba con una atención al detalle inigualable cada piel, suela, herraje y par de zapatos que salía a la venta; una pasión que heredé y aprendí de él.

Involucrarnos en cada parte del proceso llena de cariño y calidez cada par de zapatos que creamos. Nuestros modelos están hechos tomando en cuenta los comentarios de nuestras clientas, la parte más importante de esta familia. En Regina Romero escuchamos cada una de sus sugerencias, una pequeña forma de honrar la incansable labor de mi madre.

En Regina Romero nos consideramos más que una empresa, somos una familia que comparte una misma misión, visión y valores. Una familia que se apoya día con día; a la que le interesa escuchar las opiniones de los demás; una familia en constante crecimiento. No seríamos una familia sin ustedes y por eso queremos darles gracias infinitas por creer en nuestro trabajo y, decirles, que después de todo, también se han convertido en una familia para nosotros.