El compromiso de Regina Romero

Muchas promesas suelen estar vacías y quedar al aire como una mezcla de palabras que no va más allá de ella misma; otras tantas, pueden cumplirse rápidamente y olvidarse al no tener una carga tan importante, aunque el cumplirlas, por sencillas que sean, llena de valor a quien lo hace y a quien lo recibe. Pero todas aquellas que conllevan un significado mucho más profundo, se convierten en una promesa permanente, una práctica concreta. El amor, por ejemplo, es una de ellas. Y en el caso de Regina Romero, el amor por nuestro oficio nos ha hecho darte la promesa del par perfecto en cada par de zapatos de piel que hacemos para ti.
modelo Alessia
Hablar del par de zapatos perfecto puede sonar frío o ambicioso. Asociamos esta idea a objetos impolutos, sin vida o automáticos; no obstante, para Regina Romero, lo perfecto es íntimo, preciso y emocional. Nuestra búsqueda de perfección es esa práctica que conlleva un compromiso profundo con la calidad, la comodidad y la elegancia. Esta promesa comienza con la creación de una silueta perfecta. Cada línea que dibujamos es un camino que traza un profundo vínculo entre el alto diseño y el entendimiento de la figura femenina.
La colaboración constante con los despachos italianos expertos en diseño con los que trabajamos, ha hecho que la elegancia de nuestros zapatos para mujer se construya desde un principio, alimentados por las tendencias pero siempre apoyados por la búsqueda continua de atemporalidad. Para nosotros es fundamental que nuestros zapatos de piel genuina se queden a tu lado como piezas de alta moda por muchísimos años.

Pero nada permanece si no está bien hecho desde un principio. En cada uno de nuestros zapatos, las costuras entrelazan materiales cuidadosamente seleccionados. La piel genuina, por ejemplo, tiene algunas vetas o detalles naturales que demuestran su propia vida. La naturalidad de este material lo vuelve ideal, o perfecto, para un par de zapatos finos hechos a mano. A ello sumamos detalles únicos, como herrajes con baño de oro de 14k, para que todos nuestros decorados no sólo reluzcan, sino demuestren su calidad.

Aunque parecieran pasos aislados en el proceso de creación de zapatos de lujo, la importancia de respetar la silueta femenina al momento del diseño, sumado a la elección correcta de materiales, hacen que nuestras piezas sean finas al tacto, sean durables por las cualidades de los materiales nobles y sumen valor a nuestro guardarropa y a nuestra vida.

Los materiales nobles son otra de las cualidades necesarias para crear un par perfecto, ya que cuentan con una estética superior, calidad y presencia que los destacan ante otros insumos con apariencia similar. Generalmente, al provenir de la naturaleza, aportan elegancia y distinción, creando una belleza única que permanece. Un par de zapatos como los nuestros será un compañero permanente y un aliado natural en cada momento de tu vida.
Detalle de piel genuina. Modelo Triana
A lo largo de 40 años hemos destacado por nuestra calidad en zapatos de mujer. Esa calidad está directamente asociada al confort. Al interior de nuestras oficinas y talleres, Jorge Romero Calzada, a cargo de la Dirección General, ha realizado muchísimas pruebas e investigaciones para desarrollar una tecnología de comodidad inigualable: la tecnología JARC. Si bien nuestros zapatos son artesanales por su hechura a mano, son también piezas que combinan el diseño industrial y la ingeniería. La precisión se refleja desde el corte hasta el ensamblado manual, pero tiene un sustento tecnológico tan fuerte, que combina lo mejor de dos mundos.

Elegir un par de Regina Romero es vivir un legado de saber hacer que ha perdurado por más de 40 años. En cada una de nuestras cajas, entregamos la promesa de un par perfecto, con una esencia auténtica que hace una nueva promesa: la de mejorar constantemente para otorgar comodidad real, elegancia eterna y compañía duradera. En cada paso, sellamos una promesa contigo, una irrompible, un compromiso sellado, que no hace más que mejorar y crecer contigo. La excelencia no es una meta. Es la forma en la que empezamos.
modelo Katy