Elegancia y autenticidad en todas las etapas
A medida que pasa el tiempo en la vida de una mujer, su estilo evoluciona. Mientras que en las primeras etapas se descubre y experimenta, mientras más avanza en su camino de vida, más se expresa, con mayor facilidad y sin temor. Una vez que lo ha definido, el estilo se adapta a ella, se va transformando y refleja mucho de su esencia, pues jamás la pierde.

Así, nuestro guardarropa refleja nuestra historia. Cada una de las elecciones que hemos hecho para armarlo revela algo muy profundo de nuestra esencia, de todo aquello que valoramos y de cómo habitamos nuestra propia elegancia.
Existen casos de elegancia que se hereda, como el caso de la modelo Cindy Crawford y su hija Kaia Gerber
Los fabulosos 30’s
En esta década hay un viaje maravilloso para ir definiendo la propia voz. A esta edad, muchas mujeres están explorando su identidad en todos los ámbitos: profesional, personal y emocional. El armario de cada una de ellas comienza a reflejar la transición de toda la experimentación de los diez años anteriores para, finalmente, llegar a lo esencial.

Margaret Qualley, Lily Collins y Margot Robbie
Este es el momento ideal para empezar a invertir en piezas clave y de buena calidad: blusas de seda, sacos de cortes limpios y zapatos de piel para crear looks poderosos que no se alejen de la dulzura y suavidad de la juventud.

Los 30 son una invitación a experimentar desde la elegancia. Los tonos neutros se vuelven fondo de armario, pero también aparece un rojo inesperado o un metálico suave que da un giro total. Aquí, el estilo empieza a definirse con claridad y visión a futuro. Es una edad en la que los atuendos de impacto, sin arrojar escándalo, son todavía muy valorados. Te recomendamos complementar con zapatos distintivos, como nuestros modelos Adela, Marité y Mila, cuyos tonos se adaptan a cualquier guardarropa, pero sus formas suman diversidad.

La magnificencia de los 40’s
Aunque no lo parezca y aún haya muchos estigmas, esta sea quizá la mejor edad. Ya se ha avanzado medio camino, pero aún falta la mitad. La claridad de una mujer de esta edad se acentúa con su carácter, pues ya sabe lo que desea, aquello que le va bien y cómo representar su esencia. Por lo mismo, vestirse bien no es una opción, sino una forma de respeto propio.

Keira Knightley, Anne Hathaway y Amal Clooney
La ropa no tiene que ser rígida para ser formal, y los zapatos no tienen que doler para ser elegantes. Como ya te hemos contado, la elegancia está fuertemente vinculada con la comodidad. Para esta etapa, recomendamos modelos cómodos, refinados y absolutamente versátiles, como Brontë, Naomi o Silvia, cuyas diversas formas y alturas sin duda forjará atuendos statement.
modelos Naomi, Silvia y Brontë
Esta etapa también es ideal para redefinir lo que significa lujo: materiales nobles, manufactura experta, cortes que respetan el cuerpo. Los accesorios se vuelven más intencionales: un cinturón que marca la silueta, una bolsa estructurada, un par de zapatos que sabes que durarán. El estilo aquí ya no busca validación, sino coherencia.
A partir de los 40's, comienza a construirse un estilo único que durará toda la vida
Los 50’s: una esencia profunda
La esencia personal está tan clara en esta edad, que la transforma en un territorio de absoluta libertad. Este es el momento preciso para simplificar, pero siempre con profundidad. Una mujer de 50 años ha escrito sus propias reglas y ha forjado su camino, por lo que el estilo se convierte en una forma de expresión serena, elegante y sin esfuerzo.

Charlotte Gainsbourg, Salma Hayek y Nicole Kidman
Aquí ganan protagonismo los vestidos fluidos, pantalones bien cortados, tejidos con textura y colores como el crudo, el beige o el azul tinta. El calzado de cortes limpios y contrastes suaves, además de tacones más bajos o gruesos son bien recibidos, como nuestros Fenicia, Vanina o Eve, que acompañarán este gran momento con gracia absoluta. La piel ya no se cubre por obligación, sino que se viste por placer. Esta es la etapa ideal para combinar comodidad, sofisticación y presencia sin necesidad de llamar la atención.
La presencia de los 60’s
Las mujeres de 60 o más tienen una elegancia que no necesita introducción. Su estilo es herencia viva, refinamiento que ha sido cultivado, ajustado y depurado al ritmo de su historia. No hay excesos, pero tampoco concesiones. Lo que usan es reflejo de lo que valoran y que desean dar al mundo: calidad, legado y autenticidad.
Sarah Jessica Parker, Andie MacDowell y Cindy Crawford
Esta etapa abraza los cortes simples, las paletas suaves, los tejidos naturales y los zapatos bien hechos. Modelos como Vinci o Miracle, con detalles artesanales, flores hechas a mano o herrajes de oro, se vuelven protagonistas de un guardarropa que es más selección que acumulación. En esta etapa hay menos piezas, pero todas ellas plenas de significado.

Hecho para todas
Y como mujeres, desde luego existen puntos de encuentro en todos los tiempos. Un ejemplo de ello es el estampado animal print, pues es un estilo que no conoce edad. Puede ser audaz a los 30, sofisticado a los 50 o icónico a los 60+.
Al centro, nuestra zapatilla Cleo
Su importancia e impacto radican en cómo se lleva, más no en el momento que se viste. Modelos como Sammy, Betty, Cleo, Rosangel o Giannina demuestran que la fuerza de este estampado puede adaptarse a cualquier etapa con elegancia y carácter.
modelos Betty, Rosangel y Giannina
El estilo auténtico no cambia de piel, solo madura con gracia. Y esa es la verdadera elegancia: la que evoluciona contigo sin perder tu esencia.
Carmen Dell'Orefice, modelo estadounidense nacida en 1931, es un ejemplo de elegancia madura y eterna