Los cuentos de hadas son historias fantásticas que siguen el camino de héroes y princesas. Nuestras heroínas atraviesan desafíos y solucionan problemas para conseguir su final feliz y una historia de amor de verdad. En este blog les queremos contar un cuento de hadas de la vida real.

Hace muchos años, en Teapa, Tabasco, nació una pequeña niña llamada Regina Calzada Casanova. Su familia se dedicaba a la ganadería y creció rodeada de esto. A los 16 años, decidió mudarse a la Ciudad de México. Muy pronto quedó fascinada con el mundo de la moda, trabajaba en una empresa que vendía sus productos en El Palacio de Hierro.

Una día, su hermana Claudina la invita a una reunión con varios amigos de ella. Regina acepta y ese día ambas se dirigen hacia la fiesta. Cuando llegaron conocieron a Carlos Romero Huxley (QEPD). Regina y Carlos se quedaron platicando toda la reunión. En ese momento él pensó: “Ella es la mujer con quien me quiero casar”. Fue así como empezó su historia de amor. 

Tiempo después, en el aniversario del día en que se conocieron, Carlos le llevó serenata a Regina y le pidió que se casara con él. Fue así como el 12 de diciembre de 1959, Carlos Romero Huxley y Regina Calzada Casanova unieron sus vidas para siempre. Fueron un matrimonio que siempre trabajó en equipo. Se apoyaron e impulsaron mutuamente, combinando sus talentos, sueños y pasiones. El gran amor que se tenían entre ellos los impulsó a sentar las bases para lo que en un futuro se convertiría en Regina Romero.

El Ingeniero Jorge Romero cuenta que: “cuando era pequeño, era un niño muy curioso y muy observador. Recuerdo como se veían entre ellos [mis padres], era una mirada de amor, cariño y admiración. Cuando empezaron a idear la creación de Regina Romero como marca, esa misma chispa brillaba en sus ojos cuando platicaban de su proyecto.”

Hoy, con esa misma inspiración es como Regina Romero continúa su labor con gran pasión y amor. Creemos que es el amor lo que te impulsa a seguir adelante y a superarte.

El amor por México y el amor por hacer las cosas bien son las bases de Regina Romero y lo que la convierte en una empresa única. Cada una de nuestras colecciones va impregnada de amor, pasión y dedicación por nuestro oficio. Cada par de zapatos es una historia de amor; de amor entre Carlos y Regina, de amor por México y de amor por nuestro oficio. Esto les da un trasfondo incomparable que todos los zapatos que diseñamos, producimos y vendemos.

Como empresa, nos encanta colaborar con personas que compartan nuestros ideales de amor y pasión por lo que hacemos. En Regina Romero queremos reconocer a todas las mujeres que día con día realizan sus actividades, en sus hogares o en sus oficinas con amor y pasión. Estas acciones dejan huella y siempre hacen la diferencia. El amor siempre construye y trasciende, tal como nos ocurrió a nosotros.