Desde los inicios de Regina Romero, mis padres -Regina Calzada de Romero y Carlos Romero Huxley (QEPD)- sabían que querían volver a esta empresa en un negocio familiar.

En 1983, empecé a trabajar con ellos y en 2017 tomé la dirección de la empresa. Ahora soy yo quien tiene la fortuna de trabajar con mis hijos, Jorge y Romina. 

Ha sido una experiencia gratificante poder verlos crecer en diferentes áreas de su vida. Hace unos meses lanzamos nuestra línea de sandalias Regina Romero Resort. 

Este es un proyecto muy especial para la familia Romero porque fue la primera colección dirigida por mi hijo, Jorge Romero Reynoso. En este artículo, les quiero compartir un poco de la historia de esta colección y de todo lo que hemos aprendido trabajando juntos.

La idea de crear una colección dedicada exclusivamente a sandalias, la línea de Regina Romero Resort, nació después de que mi hijo trabajó varios meses en nuestra boutique en Monte Líbano, teniendo contacto directo con ustedes, escuchando y reconociendo sus necesidades.

El concepto de resort surgió mientras estábamos en medio de la pandemia, el año pasado. Si quieres conocer todo el proceso creativo de la colección, te invito a leer nuestro blog: Regina Romero Resort.

Todo su desarrollo tiene una visión muy clara que busca encontrar el equilibrio perfecto entre comodidad, seguridad y calidad. Son sandalias realmente cómodas con diseños minimalistas que no te obligan a sacrificar el verte bien y estar a la moda por la comodidad o la calidad de los materiales. 

Aunque la mayoría de las experiencias han sido maravillosas, coincidimos en que uno de los retos más grandes cuando trabajas con tu familia es separar las cosas familiares de los aspectos del negocio. Es importante no dejar que nos afecten, así como trabajar siempre con respeto, objetivos claros y tomando en cuenta los valores que tenemos como familia porque nuestra visión y objetivo son los mismos.

Ahora que trabajamos juntos, nuestra relación padre e hijo evolucionó mucho. Me encanta trabajar con Jorge porque tiene una visión nueva y fresca para la empresa y algo que me ha enseñado esta experiencia es a confiar en los instintos de mis hijos. En nuestro viaje a León, él se metió de lleno con los proveedores, buscando los mejores materiales y cuando pedía mi opinión, sólo aportaba un extra a su idea.

Con mis hijos a mi lado, estamos planeando expandir Regina Romero. Romi, mi hija, ha estado trabajando mucho en el área de exportaciones para lograr llevar nuestros productos a nuevas fronteras, además de expandirnos más allá del calzado. Siempre rescatando los valores de la marca que valen la pena llevar al mundo de la moda.

Para las personas que están pensando en iniciar un negocio familiar, les queremos decir que no es tarea fácil, pero si sientes la misma pasión que tus padres, síguela. Al final del día, no hay nada mejor que poder compartir esa visión y confiar en las habilidades de los otros. Lo importantes es saber salir adelante y llegar a eso que todos quieren y anhelan, juntos como familia.

Me emociona que, sin que sea una obligación, mis hijos hayan querido formar parte de esta empresa. Verlos trabajando directamente con proveedores o en la fábrica me recordó a cuando eran pequeños y los llevaba a la fábrica. 

 A Jorge le encantaba ver el proceso de manufactura, se ponía a forrar tacones, levantar cajas, etc. Siempre pensaba «me gustaría que cuando crezca, esto le apasione tanto como a mí.» Ahora él ya es mayor y tiene ambiciones propias de expandir la marca, no solo quiere mejorar, lo quiere llevar más allá y es algo en lo que estoy dispuesto a acompañarlo. 

Esto ha sido un trabajo de generaciones, que se ha ido adaptando al mercado pero conservando la misión, visión, objetivos y valores que es lo importante. Primero gracias a mis padres, luego conmigo y ahora con mis hijos. Son tres generaciones que comparten las mismas ganas de superarse cada día y romper con esas cosas que nos limitan porque sabemos que siempre podemos mejorar.