por Mishiko García
Todavía con pasos de plomo, pero a fin de cuentas pasos hacia un mejor futuro, el mundo avanza para abrir más puertas para las mujeres. Las dinámicas de poder, al día de hoy, se encuentran en constante evolución y al día de hoy, diversos estudios y experiencias demuestran que el liderazgo femenino está viento en popa y es un pilar fundamental para el desarrollo social y económico.
modelo Thalia
Y es que las líderes femeninas han resultado ser no sólo una gran sorpresa, sino toda una revolución. El liderazgo femenino se suele asociar a modelos de trabajo con mayor empatía, cercanía y expresividad. Nos referimos a un modelo que tiende a cooperar y orientarse hacia las personas, logrando una comunicación horizontal donde predomina la horizontalidad. Así, las líderes femeninas no sólo llevan a sus equipos hacia nuevos horizontes de éxito, sino que resultan ser toda una innovación y modelan un futuro de trabajo con perspectivas frescas, casi nunca antes vistas.
modelo Lulu
Pero, ¿cómo se proyecta este liderazgo? Desde luego, la mayor parte surge de las acciones, pero la primera impresión siempre es fundamental. Un aspecto menos discutido, en un obstinado afán de anular las cualidades físicas, es la presentación personal. Nos guste o no, la imagen siempre será fundamental, pues genera la primera impresión, ese hecho visual del cual nadie puede liberarse. Para una líder, estar impecable en cada parte de su atuendo -ropa, zapatos y accesorios- y que éstos sean de buena calidad, no es una simple cuestión de estética, sino parte de una poderosa estrategia que refuerza la autoconfianza y la percepción de profesionalismo y competencia. Descubre los siete aspectos que vuelven a una mujer una líder poderosa, en su esencia y existencia.
modelo Sabrina
Una líder efectiva entiende que la primera impresión es vital. La manera en que una mujer se presenta puede influir significativamente en cómo sus colegas, superiores y subordinados la perciben; y, por extensión, en cómo responden a su liderazgo.
modelo Violet
Vestir de una manera elegante y apropiada para el entorno profesional no sólo muestra respeto por sí misma y por los demás, sino que también establece un estándar de excelencia y atención al detalle.
modelo Tamara
De igual manera, será sorprendente observar a una mujer que cumple y se eleva con este estándar de calidad, manteniendo la cercanía adecuada con todos aquellos que la rodean, pero también creando una distancia adecuada, pues ella es distinguida y merece el lugar especial que ha construido en este mundo.
La clave está en seleccionar prendas que no sólo representen la personalidad y el estilo único de la líder, sino que también sean acordes y adaptables a las exigencias de su entorno laboral. Optar por tejidos de la máxima calidad y cortes que favorezcan a su figura, son esenciales. Una inversión en pocas piezas clásicas y versátiles, pero que concuerden con la calidad de su alma y su trabajo, como un traje sastre bien cortado, blusas de seda y zapatos de piel, pueden derivar en una transformación en sí misma y en los que la rodean.
modelo Suki
Adicionalmente, es fundamental tener en cuenta que los accesorios no son meros complementos, sino que tienen el poder de transformar cualquier atuendo básico en un outfit impactante. Un bolso elegante, un par de zapatos cuidadosamente seleccionados y joyería sutil formarán el combo ideal para realzar una imagen profesional, sin volverla sobrecargada o inalcanzable. Desde luego, en este punto, la calidad debe primar sobre la cantidad, eligiendo piezas que comuniquen elegancia y sofisticación.
Sobra decir que este es un mundo difícil para las mujeres. Desde pequeñas se nos enseña a cumplir con roles que ni siquiera sabemos del todo si es algo que realmente queremos para nosotras. Se nos imparte una línea de vida, como si fuera esta nuestra única y última opción.
Pero una mujer que es líder ha roto con la barrera de las imposiciones. Se siente segura en su piel y está completamente equipada para enfrentar diversos desafíos. Es por ello que puede llevar el estandarte para guiar a otros. Por sus venas fluyen la seguridad y la confianza; esta última que se nutre del autoconocimiento y de una competencia sana. Su autoestima crece a cada paso, pues es capaz de ver que puede lograr todo lo que desea en un mundo que dicta negaciones y puertas cerradas para ella.
Ella se abre paso, pues busca formarse continuamente, además de establecer metas claras. Su seguridad se fortalece día con día por el profundo trabajo interior que realiza. Cada mañana, ella sabe que tiene todo; que costará mucho más trabajo, sin duda, pero que llegará a donde quiere.
Expresarse adecuadamente es todo un arte. No me refiero a una forma únicamente educada, sino precisa y contundente. La habilidad para comunicar ideas de manera clara y persuasiva es indispensable para cualquier líder.
Comunicar ideas casi cristalinas no sólo incluye la habilidad de hablar y escribir de manera efectiva, sino también la capacidad de escuchar activamente y adaptar cualquier mensaje a diferentes audiencias. El silencio es clave para generar sonidos armónicos, así como la música, que equilibra estos dos elementos a compás. Tomar talleres en habilidades de comunicación, aprender a redactar adecuadamente y practicar nuestras habilidades verbales y lingüísticas, pueden mejorar significativamente esta competencia esencial.
Anteriormente mencionamos que el liderazgo femenino tiene una profunda conexión con las personas y las emociones. Una líder eficaz debe poseer una gran empatía y una sólida inteligencia emocional; la primera de ellas, para entender a los otros; y la segunda, para entenderse a sí misma.
Estas habilidades permiten comprender y conectar con los demás a un nivel mucho más profundo, facilitando la gestión de equipos y la resolución de conflictos. Desde pequeñas, a las mujeres se nos enseña a cuidar de los otros, pero es preciso también cuidar de nosotras mismas para poder ofrecer una atención integral.
La empatía ayuda a anticipar necesidades y preocupaciones de los colaboradores, mientras que una alta inteligencia emocional refuerza a las mujeres y permite conducir las emociones, propias y ajenas, de manera constructiva, para tener una completa resistencia a los tiempos de crisis o de cambio, además del día a día de un puesto de liderazgo.
Podemos pensar, sentir o inclusive hundirnos por creer que estamos solas. Nada más lejos de la verdad. Es cierto que al estar más cerca de la cima, más lejos estamos de la comunidad, pero siempre encontraremos personas que resulten una especie de espejo o de confort para todas aquellas que han ido tras sus sueños, con todos sus costos.
Debemos entender que ninguna líder es una isla. Construir y mantener una red de apoyo sólida es vital. Esta red puede incluir mentores, colegas, así como equipos dentro y fuera de la organización. Una red de apoyo no solo proporciona consejo y feedback, sino que también ofrece oportunidades para el crecimiento profesional y personal. Además, fomentar la creación de redes dentro de los equipos puede aumentar la colaboración y el sentido de comunidad en el lugar de trabajo.
También es recomendable contar con personas totalmente ajenas a la actividad propia, pues pueden ofrecer otras perspectivas que, rodeadas por el humo de las propias consternaciones, a veces es difícil ver.
Mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal es esencial para cualquier líder. Este equilibrio previene el agotamiento y permite mantener la motivación y el entusiasmo en el trabajo. La creencia de una vida completamente entregada al trabajo es completamente falsa. Debemos entregar nuestra vida a nosotras mismas.
Las líderes efectivas encuentran tiempo para sus intereses personales y familiares, lo cual refuerza su bienestar general y mejora su rendimiento laboral. Implementar y respetar políticas de trabajo flexible puede ser un ejemplo a seguir para todo el equipo, promoviendo un ambiente de trabajo más saludable y productivo.
Una verdadera líder debe tener una visión clara y una firme determinación para alcanzar sus objetivos. Esto incluye no solo fijar metas claras y alcanzables, sino también tener la perseverancia para superar obstáculos y la capacidad de adaptación ante los cambios. Una líder con visión es alguien que no solo trabaja hacia sus propios objetivos, sino que también inspira y motiva a otros a hacer lo mismo.
Finalmente, el liderazgo femenino trasciende el simple acto de dirigir equipos; es una amalgama de habilidades interpersonales, autoconocimiento y una presentación impecable. Cada una de estas siete claves no solo fortalece la capacidad de una mujer para liderar con eficacia, sino que también modela el futuro del liderazgo en sí. Afortunadamente, el mundo está cambiando y abre puertas a las mujeres. Al adoptar estos principios, las líderes no sólo maximizan su propio potencial, sino que también empoderan a otros a seguir sus pasos, creando un legado de liderazgo inclusivo y efectivo.
Referencias:
https://www.santanderopenacademy.com/es/blog/liderazgo-femenino.html
Margarita
Excelente blog, clarifica ideas de una manera efectiva y permite comprender y perfilar el día a día de la mujer. Felicidades a la escritora
05/22/24