Por Victoria Peláez Gil.
Algunas lenguas –por ejemplo la inglesa– tienen como un mismo verbo Estar y Ser: un básico en las primeras lecciones de inglés: the verb to be.
El castellano, en cambio, es minucioso en el significado de cada una de sus palabras, de tal forma que los verbos Ser y Estar suponen una importante diferencia semántica que muchas veces pasamos por alto o simplemente no percibimos.
¿Qué diferencia hay entre Estar y Ser? Yo he encontrado la mejor explicación cuando pienso en qué verbo me gusta más en un casual “qué guapa estás”. ¿Estoy? Eso no me suena muy bien: el verbo estar implica temporalidad, algo transitorio, un estado (es el mismo lexema), una situación…en cambio el verbo Ser nos describe. La definición primera del verbo Ser es fantástica y seguramente hará que todos cuestionemos si queremos Estar o Ser…bellos, por ejemplo.
“Para afirmar del sujeto lo que significa el atributo”: ¡Qué guapa Eres!
Cuando elegí el verbo Ser, muchas cosas se quedaron para convertirse en parte de mi Ser y no en un Estar: así llega Regina Romero para convertirse en sílaba clave en mi Ser elegante, Ser selectiva, Ser exigente, Ser –por qué no– caprichosa.
Ser esta ejecutiva que recorre los días sin percatarse de que va calzada en más de 13 cms. de tacones perfectos, con diseños que también evocan el Ser de Regina Romero: Ser única, Ser perfeccionista y perfecta; Ser artesanal, Ser femenina, Ser exquisita, Ser moderna y también Ser clásica; Ser versátil, Ser mexicana, Ser el color Shimmery Pink de sus cajas icónicas: Ser la esencia de las mujeres más distinguidas de México, esas que no están: esas que Somos.