Cuando pienso en mi infancia, uno de los primeros recuerdos que vienen a mi mente son todas las veces en las que acompañaba a mi padre, Carlos Romero Huxley (QEPD), al trabajo. Recuerdo que mientras él trabajaba revisando pedidos, hablando con los trabajadores, organizando entregas etc., yo me ponía a explorar la fábrica de zapatos. Muchas veces me quedaba sentado en su escritorio jugando a ser el jefe hasta que mi papá regresaba por mi para ir a cenar a casa.

Todos los días del padre los celebro de forma muy especial pues, desde hace varios años, el hombre que me enseñó a andar en bicicleta, rasurarme y ponerme una corbata, ya no está conmigo; pero vive en la memoria de quienes lo amamos y conocimos en vida y en las acciones que me inculcó desde niño, porque, como él siempre decía, “las acciones valen más que mil palabras.”

Todas las mañanas cuando abro mi clóset para escoger la ropa que voy a llevar ese día, resuena en mi mente la voz de mi papá: “te puedes dar cuenta de que tan cuidadosa o atenta es una persona sólo con ver sus zapatos”. Unos zapatos cuidados y limpios hablan mucho de la atención al detalle que tenemos las personas. Para mí es muy importante siempre tener unos zapatos de calidad, que me ajusten como guante y bien lustrados. Eso mismo trato de brindarles a ustedes.

Él también decía que los accesorios que escogemos reflejan nuestro nivel de compromiso. Un buen reloj, hecho de buenos materiales y un diseño atemporal indica que preferimos las relaciones a largo plazo; que buscamos algo duradero y no algo desechable. Decía algo muy similar de las mancuernillas y, así, cada que me pongo un traje, cuido de escoger accesorios que mi padre estaría satisfecho al ver que hice caso de sus palabras.

Como padre de dos hermosos hijos, yo mismo trato de dejarles lecciones para su vida personal y laboral en mis acciones, pero también en palabras.  Deseo que los consejos que yo comparto con ellos, y con ustedes, les sean útiles todos los días de sus vidas. 

En este Día del Padre quiero brindar en memoria él, el mejor hombre que he conocido.